El barco avanza a todas prisa aunque los motores están parados y las velas arriadas. Un enorme remolino les arrastra a toda velocidad. Según les explica la doctora Wilson, los océanos se están ajustando tras el cataclismo y millones de toneladas cúbicas de agua están buscando su sitio en el planeta inundado, así que ésto es sólo el principio.
Cuando creen que ha pasado lo peor, el barco choca con algo y les frena en seco. Han encallado y la embarcación ha comenzado a resquebrajarse.
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